El árnica es empleado popularmente para aliviar contunsiones, golpes y hematomas, en forma de pomada. La tintura diluida en cuatro partes de agua constituye asimismo uno de los remedios clásicos para tratar contunsiones, moretones, torceduras y lastimaduras (sin herida abierta). La tintura, en una dilución mayor (una cucharadita en un vaso de agua tibia), puede emplearse para realizar buches y gárgaras en caso de amigdalitis, anginas e inflamaciones de la mucosa oral (recordad diluir siempre la tintura debido a su efecto irritante).